Capitulo uno

domingo, 7 de noviembre de 2010
Aun escuchaba el zumbido de mi sable de luz, recordaba cada movimiento, cada pelea que tenia junto a Cristi. Odiaba tener que guardar todos mis pequeños tesoros, odiaba tener que mudarme justo cuando estaba a punto de alcanzar mi independencia.
Cristi por supuesto estaba feliz de tener que vivir con una familia real, tener su propio cuarto, levantarse por la mañana y esperar a saludar a sus nuevos padres adoptivos. Yo por otro lado odiaba esa sensación, no quería padres, al menos no a estas altura de mi vida -¡Porque diablos nadie podía entenderlo! – las palabras de Jacqueline nuestra asistente social resonaban una y otra vez en mi cabeza como una mala canción que odias pero no puedes parar de tararear su melodía. Su voz era como el zumbido de mi sable de luz, solo que venía acompañado de las palabras –Serás adoptada.
-Ivaine, Ivaine – gritos desesperados venían desde la escalera. Era Cristi por supuesto.
-Estoy en el cuarto – grite de vuelta.
A los pocos segundos entro mi mejor amiga algo despeinada, su rostro sonrojado por la agitación se paro en el umbral de la puerta para tomar un poco de aire. Le seguían Pamela y Judith, quienes no paraban de sonreír y susurrarse la una a la otra.
-Ya están aquí. Iv, ya están aquí ¡puedes creerlo!
-Claro que estarán aquí Cristi, se supone que te llevaran hoy a “casa”- puse mi mejor sonrisa falsa en la palabra casa.
Odiaba tener que comportarme de esa forma pero era horrible saber que hoy se llevaban a mi mejor amiga de mi lado. Sabía que solo estaríamos separadas por unas horas pero no quería arruinar su momento feliz, era tan importante para ella poder ser querida y amada por otras personas, en este caso un padre y una madre, de cierta forma me sentía celosa. Celosa porque ella estaba repartiendo cariño a otras dos personas, a dos extraños y yo solo era una simple espectadora.
Clarisse y Rodolfo la pareja perfecta, eran los futuros padres de Cristi y mis futuros tíos. Llegaron aproximadamente hace tres meses a conocer a quien sería su hija querida. Clarisse no podía tener hijos naturalmente por lo que decidieron adoptar. Todas las parejas prefieren adoptar a niños pequeños o bebes, pero en este caso ellos querían a una niña mayor – digamos que una chica de 15 años que juega aun a peinar sus muñecas y a la casita, podría considerarse – por supuesto en cuanto vieron a Cristi quedaron fascinados.
-Oh vamos Ivaine no pongas esa cara, sabes que pronto vendrán por ti –Cristi me saco de mis pensamientos pesimistas dedicándome una gran sonrisa- además tu sabes que seremos vecinas y primas queridas. Tus nuevos padres, Gabriel y Eunice te adoraran.
Bastaron las palabras Padres en la oración para que mi furia floreciera. Tenía ganas de tirarlo todo y correr a millones de kilómetros de distancia, si fuese posible yo desaparecería del planeta tierra me iría a una dimensión desconocida. Pensar que había estado tan cerca de adquirir mi independencia, solo me faltaba un año para cumplir la mayoría de edad que estipulaba la ley y ser libre, libre de las chicas del orfanato, libre de la comida nutritiva de Rosita, libre de Jacqueline y sus constantes visitas por presentarme a cada padre que venía buscando a un chico para adoptar. Lo único que realmente extrañaría seria mis clases de arte y por supuesto a Cristi.
Comenzaron a derramarse esas lágrimas traicioneras, lágrimas que solo me permitía mostrar de vez en cuando a mí mejor amiga, mi hermana del alma.
-Oh Iv. Lo siento no quise hacerte sentir mal –susurro ella mientras trataba de consolarme, hizo un ademan a Judith y Pamela para que salieran –es solo que pensé que estarías tan feliz como yo de por fin ser adoptada. Ser libre al fin.
-No seré libre Cristi. Solo iré a una nueva cárcel, con mejor comida, lindos vestidos de niña mimada y un par de carceleros que supuestamente quieren lo mejor para mí. Eso no es ser libre.
-Vamos no será tan malo, además yo estaré cerca. Por favor deja de ser tan dramática –rodo sus ojos como siempre lo hacía cuando yo comenzaba a quejarme – conoceremos chicos guapos, tendremos ropa nueva que no nos quedara grande, iremos a un nuevo colegio, tendremos nuestro propio cuarto y a ti te dejaran conducir un auto ¿Acaso no ves todos los beneficios?
-¡Beneficios! ¡Yo tan solo quiero mi libertad! ¡No quiero nada de eso, solo quiero poder ser independiente y no tener que ser la carga de alguien más!
-Pero Iv…
No la deje ni siquiera terminar porque me puse a gritar como una histérica por toda la habitación.
-Nada de peros Cristi. Ellos son extraños y solo seremos una carga para ellos, seremos un lindo juguete por un tiempo pero cuando nos consideren un problema en su vida nos traerán de vuelta aquí tal y como tus otros padres adoptivos lo hicieron, o incluso nuestros padres biológicos. ¡Que no lo entiendes! Si nuestros verdaderos padres nos abandonaron como basura ¿porque ellos tendrían que amarnos?
Cristi comenzó a llorar descontroladamente mientras que mi pecho subía y bajaba por la rabia que había estado conteniendo desde semanas, los sollozos desesperados de Cristi me hicieron recapacitar en mis palabras, en todo lo que había dicho. Me sentí como una paria al darme cuenta que solo había conseguido sacar a flote los sentimientos más profundos de Cristi, jure nunca decir porque ella había sido de vuelta hace tres años atrás. Técnicamente no lo hice.
En vez de comportarme como su hermana del alma, me había comportado como su peor enemiga al sacar a flote todos esos recuerdos.
-Cristi… yo… lo siento –le dije mientras me acercaba a ella para abrazarla.
Rápidamente se alejo de mí.
-¡No te acerques! ¡Te odio! – me grito a la cara antes de salir corriendo.
Jacqueline estaba de pie en el umbral de la puerta a los pocos segundos de que Cristi saliera corriendo, su mirada era de reproche pero como siempre antes de juzgarme haría las preguntas correspondientes. Aunque sabía que yo era culpable.
-¿Qué sucedió?
-Nada.
-Creo que eso fue mucho más que nada Ivaine, deberías comenzar a pensar más en los sentimientos de los demás. Cristi no tiene la culpa de lo que te está sucediendo.
Y sin más palabras, dejo la habitación llevándose con ella la maleta de Cristi y dos corazones
rotos. El de mi mejor amiga y el mío.

2 comentarios:

renessme =D Says:
9 de noviembre de 2010, 19:07

esta super....pero quiero saber pronto de que se trata!! y el fondo ke le pusiste a hielo y fuego kedo genial!! me encanta cm escribes...ooohhh y respecto a lo de la combinacion no parec mala idea ps...pienso yo aveses es bueno un poco de combinaciones...podrias escribir sobre la mmusik ke te gusta, la ropa, blogs nuevos, no c hay un monton de cosas por la cuales escribir...ahora sip no siendo mas un saludo y un abrazo !!y por fa pluca pronto aki me muero de curiosodad!!

Patty Says:
12 de noviembre de 2010, 6:51

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